Frío encuentro de los jugadores de La Roja con Sánchez en Moncloa tras ganar la Eurocopa
Carvajal se mostró displicente y ni siquiera miró a la cara al presidente del Gobierno
Recepción en la Moncloa. Sánchez recibe a los jugadores de la selección española. Turno de saludos. El primero, Morata, capitán de la selección, con la copa en la mano. Sonrisa de Sánchez, palmadita en el brazo y pocas palabras. Detrás de él, Dani Carvajal. Displicente, frío, no mira ni a la cara al presidente. Lamine Yamal, también distante. Van pasando uno detrás de otro con caras serias. Tampoco Joselu, cuñado de Carvajal, levanta la cabeza. La tensión se corta en el ambiente. Ni siquiera cuando Morata le entrega la camiseta de la selección aplaude. Sólo lo hace la ministra Pilar Alegría. Termina el acto, y la interacción del presidente con los jugadores es nula. Los de La Roja, con el público, firman autógrafos. Mientras, Sánchez se queda con el entrenador y el presidente de la Federación a un lado. Nada que ver con el encuentro con el rey. Risas con Morata. Palabras con Rodri. Palmadita a Carvajal. Todo mucho más relajado. También cuando le entregan la camiseta y todos aplauden y en el corrillo posterior. Hace 14 años, Zapatero recibía así a la selección después de ganar el Mundial. Un encuentro cercano, cariñoso e incluso con abrazos, muy diferente al que tuvo ayer Sánchez con los jugadores.
-Redacción-