Ya lo hicieron antes Italia o Alemania pero ahora es Francia quien pretende acabar con la comida precocinada en los restaurantes que utilizan el reclamo del "hecho en casa". En nuestro país, también se abusa de elaboraciones que llegan congeladas y que tan solo se fríen y se emplantan pero, de momento, no hay regulación a la vista. Los productos precocinados o al vacío han tomado la restauración francesa pero también están más presentes en España. Y esas recetas que no son propias las guardan con recelo. Si la cocina es muy pequeña y la carta demasiado extensa , no está todo hecho en casa. Los consumidores eligen lo artesanal pero quienes producen para otros defienden la calidad de sus elaboraciones. Muy pocos restaurantes tienen la exclusiva de un alimento de quinta gama por eso hay sabores que se repiten entre locales.