El 75% de la superficie de España está en riesgo de desertificación, todo menos el norte del país. Las causas: una mala gestión del agua y del suelo, en un país mayoritariamente árido. El cambio climático, además, está acelerando el proceso: de 2010 a 2019, la superficie en riesgo de desertificarse ha aumentado en 40.000 km2. Cada vez llueve menos, y cuando llueve, lo hace de forma muy intensa, generando una fuerte erosión del terreno. Cada año se pierden por erosión más de 500 millones de toneladas de suelo fértil en España. Los recursos hídricos están sobreexplotados, en un país donde el 80% del agua que se consume se destina al regadío, cuyo uso sigue aumentando. De 2011 a 2021 se ha pasado de 3,47 a 3,88 millones de hectáreas de regadío. El el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación, desde Greenpeace recuerdan todos estos datos y advierten que la solución pasa por mejorar la gestión del agua, no por construir más embalses: somos el país de Europa que más tiene.

-Redacción-