Desciende el nivel de riesgo por la crecida del río Ebro
Zonas de cultivo son las más afectadas por las inundaciones que deja en los pueblos ribereños de Aragón

De madrugada la punta de la crecida llegaba a Tudela. El Ebro se filtraba por algunas calles del casco viejo y parte de ese agua se colaba en los garajes. A partir de ese momento la alerta se trasladaba a los pueblos ribereños de Aragón. En Novillas 600 hectáreas de cultivo han quedado anegadas, aunque la riada no ha llegado a las viviendas. El pico del río ha seguido avanzando hasta Gallur y Pradilla obligando a cortar alguna carretera y dejando zonas impracticables. Aun así, el nivel de riesgo ha bajado y el presidente de Aragón, Jorge Azcón, reducía la crecida de extraordinara o ordinaria. Pese a ello, más de 60 efectivos de la UME siguen desplegados y se mantienen las precauciones en pueblos como Boquiñani o Luceni, preparados para una evacuación de vecinos que no creen llegue a ser necesaria. En Zaragoza la mayor crecida se espera mañana. Por el momento, por la capital ya discurren más de 1.200 metros cúbicos por segundo y se prevé que, como máximo, el caudal aumente en 400 metros cúbicos más.
-Redacción-