Junto a la inmensidad de un océano Atlántico a veces embravecido se encuentra este faro centenario que ahora ya no solo guía a los marineros. Está en Cabo Silleiro (Pontevedra) y se trata de un alojamiento con 17 habitaciones que miran al infinito. Una piscina con vistas de vértigo. En Cabo Fisterra, en A Coruña, donde hace siglos acababa la tierra conocida, también hay un refugio para la desconexión y el descanso. Un faro con 7 habitaciones y muchos alicientes y donde escuchar el murmullo del océano por entre 200 y 350 euros la noche. Alojamientos singulares para disfrutar de la costa en todo su esplendor.