Su agresor está detenido y ella, respira. Es una de sus múltiples víctimas por violencia de género. Hasta 8 mujeres diferentes lo han denunciado. El estaba en busca y captura por quitarse una de las dos pulseras que tenía de geolocalización por orden de un juez. Hace dos meses la señal dejó de moverse. Ha pasado todo este tiempo oculto en un bajo acondicionado como vivienda en Sevilla, jactándose públicamente no solo en redes sociales sino también en televisión de que no daban con él. Incluso facilitaba pistas falsas. Pero ayer por la tarde un amplio despliegue policial consiguió detenerlo. Tiene cinco condenas por violencia de género y sus víctimas estaban catalogadas de riesgo extremo.

-Redacción-