La Guardia Civil ha detenido a un hombre por colocar cámaras ocultas en las habitaciones de un hotel de la localidad lucense de Bóveda. La investigación comenzó tras la denuncia de una pareja que se alojaba en el establecimiento y que encontró una cámara con una tarjeta de grabación de imágenes escondida detrás de un reloj colgado en la pared y que enfocaba a la cama. La pareja avisó a los huéspedes de la habitación de al lado y comprobaron que también había otra cámara de características similares. Cuando se lo comunicaron al propietario del establecimiento, les explicó que las cámaras no funcionaban y les devolvió el importe pagado por el alojamiento, así como otros 300 euros con la intención de que de esta forma no presentaran denuncia. En otra operación diferente la Guardia Civil ha detenido a otro hombre en Tarazona por colocar una cámara de grabación en el aseo de la farmacia en la que trabajaba como informático.

- Redacción-