Cada año se producen cientos de circuncisiones ilegales o ablaciones a bebés por motivos religiosos
El dramático caso de Roquetas de Mar pone en relieve esta violencia contra las niñas y los niños

Cada año, en nuestro país, los hospitales tienen que atender a pequeños que han sufrido algún tipo de mutilación o circuncisión de forma clandestina. Es difícil detectar estos casos y poner cifras porque se producen en la intimidad del entorno familiares.En el último caso, el ocurrido en Roquetas de Mar con final dramático, el detenido no tenía titulación oficial y tampoco se tomaron las medidas higiénicas necesarias. Ahora se le acusa de un delito de homicidio imprudente tras realizar la circuncisión a un bebé de solo 40 días, que acababa falleciendo. La circuncisión es legal en España, pero debe realizarse solo en un entorno hospitalario y quirúrgico y “solamente estaría aceptada cuando se trata de una condición médica, como puede ser la fimosis en los niños o hombres”En 2008 y 2011, otros dos bebés, de origen nigeriano, perdieron la vida en nuestro país tras someterse a una circuncisión clandestina por motivos religiosos.Según los expertos, “más de 2.600 niñas habían sufrido o estaban en riesgo de sufrir ablación”.La mutilación genital femenina sigue afectando en la actualidad a millones de niñas y adolescentes en el mundo. Esta práctica tiene graves consecuencias en la salud de las mujeres, e incluso puede llevarlas a la muerte.Como país receptor, España centra sus esfuerzos en la prevención y la detección, para detener por fin, este tipo de violencia.
-Redacción-