Llegamos al ecuador de este largo puente festivo de la Constitución con un tiempo marcado por los contrastes. Con un oleaje imponente y tiempo desapacible en todo el litoral del norte. Fenómenos costeros que ponían también aviso naranja en Baleares y en la zona más septentrional de Cataluña. El viento, con rachas de hasta 90 kilómetros por hora, se ha dejados sentir con fuerza en Aragón, Castilla La Mancha y Murcia. En otras zonas de nuestro país, las lluvias que llegan son insuficientes para salvar los estragos en los cultivos y esta propuesta podría ser la única solución: desaladoras portátiles. La Generalitat de Cataluña y la Junta de Andalucía ya lo han solicitado. Porque instalaciones como estas pueden ser un alivio para localidades pequeñas ya que desaladoras relativamente pequeñas pueden suministrar de agua potable a unas dos mil personas al día. Su ventaja es que por su tamaño y facilidad de instalación su ubicación puede ser flexible. Se podría trasladar fácilmente por tren o carretera de una zona a otra. Es una de las medidas que se plantea la comunidad de Andalucía si los embalses de la cuenca mediterránea siguen como hasta ahora, bajo mínimos. Tras un noviembre seco en esta zona, comienza a preocupar seriamente el abastecimiento de las localidades costeras que en verano multiplican su población como Marbella o Fuengirola, así como la economía de la comarca de la Axarquía, cuyo motor principal es la agricultura.

-Redacción-