Álex habla ya desde casa rodeado de su familia. Llegaba con el mejor recibimiento, un gran abrazo de Elaia y Liam, sus hijos, que se llevaron una gran sorpresa al ver a su padre de vuelta. Álex entraba el 21 de abril en el Hospital de Cruces, en Baracaldo. Una pancreatitis aguda le sorprendió de vacaciones con su mujer en Tailandia. Se tenía que someter de forma obligatoria a una operación y los médicos tailandeses no la asumían. Es desde ahí desde donde nació la lucha de sus familiares y amigos. La pancreatitis aguda aún le deja secuelas temporales. Aun así, por fin duerme por primera vez en casa. La ilusión por los planes que les esperan por delante es hoy la gran protagonista, porque para Alex empieza su nueva vida dejado atrás un duro y largo episodio.

-Redacción-