A los 12 años, uno de cada cuatro niños ha probado el tabaco o el vaper y a los 14 años, esas cifras se disparan hasta el 45-50 por ciento. El vapeo es la principal vía de inicio al tabaquismo entre los adolescentes españoles que están normalizando su consumo. Según los expertos, el mensaje de inocuidad, les ha llevado a tener una conciencia menor. Atraídos por la gama de colores y sabores, han comprado el discurso de que son menos dañinos que el tabaco tradicional, pero también pueden provocar lesiones pulmonares. Además, ninguno de estos dispositivos ha demostrado su eficacia como herramienta para dejar de fumar. Con la nueva ley antitabaco que prepara el Ministerio de Sanidad, estos dispositivos tendrán las mismas restricciones que el tabaco convencional.