No es difícil encontrar a mujeres que hayan sufrido o presenciado conductas de abuso sexual en el trabajo. Noela padeció comentarios que aludían a su ropa interior por parte de un compañero. Dora nos cuenta que se encontró con otra situación incómoda en un evento con colegas de trabajo, cuando uno de ellos le cogió la mano y la puso sobre sus genitales. Y varias mujeres nos cuentan que no les resulta raro escuchar bromas incómodas en la oficina. Así, el 28,4% de las residentes en España de entre 16 y 74 años han sufrido abusos sexuales en el trabajo en algún momento de su carrera. Beatriz, abogada experta en violencia sexual de Ospina abogados, lleva una década escuchando comentarios ofensivos dirigidos a victimas de estos abusos en el trabajo, a las que ha defendido. No cuenta que los acosadores a menudo no son conscientes del delito porque tienen normalizadas esas conductas. Desde los sindicatos insisten en la importancia de denunciar esos abusos que actúan como freno para el ascenso profesional de las mujeres, reforzando el techo de cristal. En España, todas las empresas deben contar con un protocolo para la prevención y actuación frente al acoso sexual, sin embargo hay estudios que aseguran que la mitad no lo tienen y los que existen en muchos casos son mejorables.