Son empleados de las obras del Camp Nou que vuelven de trabajar. Entre jornada y jornada pernoctan en un hotel en Calella. Algunos llevan más de un año en esta localidad costera a 50 minutos de Barcelona. La compañía turca que los contrata ha pedido al Ayuntamiento empadronarlos para que puedan acceder al sistema público de salud, pero el Consistorio se resiste y alega que el contrato de trabajo ya incluye la cobertura básica. Insiste en que aplicarán la normativa de forma estricta. Por ahora, el trámite está paralizado. Tienen visado hasta 2026, la fecha en la que oficialmente finalizan las obras.