Ya es una tradición navideña más. Los presidentes autonómicos se cuelan en nuestra casa por fin de año para desearnos lo mejor. A partir de ahí, cada uno a lo suyo. El lehendakari Pradales, PNV, el socio más estable de Sánchez, avisa. Page, el barón socialista más crítico, lanza dardos envenenados sin citar al presidente. Con continuas referencias a la crispación política. Desde Murcia, también se apela al diálogo. La presidenta de Navarra, muy cercana a Santos Cerdán, no ha esquivado la corrupción. Tampoco la de Baleares, Marga Prohens que alerta sobre la degradación de las instituciones. 2026 será un año electoral. Mañueco se someterá a las urnas. Y así, uno tras otro. Discursos que sirven para defender gestión y hacer política.