Lo de las dudas con las cuentas de Vox viene de largo, y no es la primera vez que viene de dentro. "Hemos pasado de 'todo por la patria' a 'todo por la pasta' a costa del dinero de los españoles. 11 millones de euros", dijo en su día la exdiputada, excandidata, exdirigente de Vox Macarena Olona. Y la denuncia de Baleares resuena como el eco de lo que apuntó en en 2023 aquella ilustre, como ahora enfrentada con los suyos, como ahora, conocedora de la trastienda de ese Vox investigado en su día por haberse financiado (4 millones y medio) con dinero opaco de las huchas y marchandising, causa que se archivó porque ya había sido sancionada por el Tribunal de Cuentas. De ese mismo Vox, sopechosamente dependiente del dinero exterior: el préstamo, por ejemplo, de 6,5 millones de un banco húngaro, vinculado al Gobierno ultra de Orban. Tres multas del Tribunal de Cuentas ponen igualmete el foco en los manejos de Abascal y su partido, en palabras de la exportavoz en el Parlament balear, Idoia Ribas: “Una estafa piramidal con estructura de secta".