El PP ha decidido mover ficha una vez que Santos Cerdán ha pasado su primera noche en la prisión madrileña de Soto del Real. Alberto Núñez Feijóo ha encargado a su 'lugarteniente', Miguel Tellado, que llame a todas las formaciones políticas, salvo Bildu, para ver si hay la más mínima grieta en el muro de los socios de investidura. Presionan para que apoyen una moción de censura instrumental que dé paso a unas nuevas elecciones generales. La respuesta que han recibido es un sonoro no. Al menos de momento. El PNV critica este nuevo movimiento de los populares que califican de marketing político. ERC ya ha dejado claro que con el PP de Mazón y Ayuso no van ni a la vuelta de la esquina y Junts reta a Feijóo a entrevistarse con Carles Puigdemont en Waterloo si quieren empezar a hablar. Algo que ya han rechazado los populares. Eso mientras el presidente Pedro Sánchez permanece replegado en Sevilla durante toda la semana. Sánchez ha dado orden de aguantar como sea mientras aguarda a la cita del próximo sábado. Un Comité Federal que promete ser muy complicado para el líder del PSOE, con voces dentro del partido que reclaman ya un congreso extraordinario. De momento, mañana se reunirá la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno entre Sumar y el PSOE. El objetivo es que el 'tsunami Cerdán' no se lleve por delante el Gobierno de coalición.