La presión sobre el presidente del Gobierno no llega solo desde la oposición. También sus socios parlamentarios han intensificado en los últimos días sus exigencias ante los casos de presunta corrupción y las denuncias de acoso que afectan al PSOE. La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, fue la primera en reclamar la semana pasada medidas contundentes y una remodelación profunda del Gobierno. Pedro Sánchez ya ha respondido a esa petición descartando cualquier cambio, al asegurar que sus ministros están haciendo un buen trabajo. Este lunes se ha conocido además que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha llamado a primera hora de la mañana a Sánchez para pedirle una reunión con el objetivo de abordar la situación de la legislatura. Una conversación que ha confirmado el propio jefe del Ejecutivo y que abre la puerta a una nueva ronda de encuentros con los socios. En el Congreso, Gabriel Rufián ha adelantado el tono de esa reunión y ha reconocido que la situación del Ejecutivo es crítica. “No queremos seguir pasando vergüenza cada día. Lo que quiero es que me diga a la cara qué piensa hacer”, ha afirmado, reclamando explicaciones directas y medidas de regeneración. A las dudas de Esquerra se suman las de otros aliados habituales. EH Bildu, Podemos y Junts han endurecido su discurso, mientras que desde el PSOE el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha admitido que él no seguiría en estas condiciones. La oposición de PP y Vox, por su parte, insiste en pedir elecciones y dibuja un escenario de bloqueo político cada vez más evidente.