Veinticuatro horas después de la declaración de Santos Cerdán en la Comisión de Investigación del caso Koldo, el presidente Pedro Sánchez llegaba a Bruselas. En sus oídos une Santos Cerdán renegando de sus antiguos compañeros con ese “mejor sólo que mal acompañado” y ese Cerdán amenazante con un senador socialista que le criticó su falta de ética y el respondió si estaba en condiciones de realizar un reproche de ese tipo. En el PSOE hacen caso omiso y escuchamos que Cerdán “cuanto más lejos mejor” y el presidente que afirma que no pudo seguir la comparecencia pero añade de nuevo “la contundencia” de su actuación. Vuelve a sacar la contundencia pero contundente sigue siendo Podemos que recrimina a Pedro Sánchez la subida de la derecha y la ultraderecha. Un extremo que Pedro Sánchez niega responsabilizando al PP del auge de VOX. Pero hay más frentes con Sumar, que sigue esperando respuestas. Y añadan la preocupación en algún sector del partido, como Emiliano García Page, que cree que los asuntos judiciales pueden traer un ciclo negro para el PSOE cuando Sánchez deje de ser presidente.