La estrategia de defensa de Santos Cerdán fue apelar a una presunta persecución política. Él ya hablaba de que había una "cacería humana" contra el PSOE en noviembre del año pasado en el congreso de los socialistas. Los casos de la mujer y el hermano de Pedro Sánchez eran para los socialistas una persecución contra un presidente progresista. Utilizaban así el discurso victimista de los independentistas durante el procés. Santos Cerdán había firmado en noviembre de 2023 el acuerdo de investidura con Junts en el que se hablaba de crear comisiones en el Congreso para investigar situaciones de politización de la justicia. Desde el Ejecutivo nunca se ha utilizado la palabra prevaricación de los jueces aunque desde la mesa del Consejo del Ministros se ha llegado muy cerca. Lo que no ha hecho el Gobierno desde que estalló es criticar la instrucción judicial del caso Koldo. Hoy al contrario que Cerdán, el Ejecutivo no ve persecución política.