Entonces no había nada contundente contra él, en mayo Cerdán aún contaba con el apoyo de su partido. Apenas tres semanas después, todo salta por los aires. La distancia con Sánchez comienza a hacerse evidente. Prisa en los pasillos del Congreso por escuchar sus palabras y el eco de la corrupción retumba en el hemiciclo. Él concentrado en la pantalla de su teléfono lee el informe de la UCO que le sitúa en el epicentro del caso Koldo por el presunto amaño de adjudicaciones de obras públicas. Ese mismo día presenta su dimisión. Avanzamos 18 días, 30 de junio, cita en el Tribunal Supremo y siguiente destino Soto del Real, donde Cerdán permanece encarcelado durante 142 días. Pero la tormenta todavía no ha acabado. Salen nuevos informes de la UCO que le sitúan en el centro de todo, como el cabecilla de la trama, y a eso hay que añadior el caso Leire Díez, que le acorrala cada vez más. La conocida como 'la fontanera de Ferraz' se presentaba como su mano derecha en el caso de los supuestos sobornos por los que está investigada. El nombre de Leire suena hoy también en el Senado. Por él Cerdán pide respeto y se desvincula de todo, de los supuestos sobornos y también de la última trama que ha saltado por los aires sobre amaños en contratos públicos, causa por la que detuvieron al que, según la UCO, es su socio, Antxón Alonso. Es la caída de quien, a principios de año, era el hombre de confianza de Sánchez. Una caída, dice Cerdán, que le ha dejado solo.