El pasillo del Congreso se ha convertido esta mañana en un pista de atletismo. Carrera de periodistas cuya meta era Santos Cerdán que llegaba hablando de su convencimiento de que no participó en el amaño de ningún contrato: "Completamente seguro. No recuerdo ninguna conversación de este tipo. Yo no he participado en ninguna conversación de este tipo". Dentro le esperaba el recibimiento por parte de la oposición a base de gritos que pedían su dimisión. Cantinela que se ha repetido como un estribillo durante todo el pleno. Santos Cerdán es el nombre que hoy utiliza el Partido Popular para lanzar sus acusaciones: "Si alguien tenía dudas de que considerábamos que había una trama mafiosa detrás del Gobierno y en el Gobierno supongo que se habrán disipado", decía el líder de los populares, Alberto Núnez Feijóo. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, inistía en pedirle "explicaciones, dimisiones y elecciones". Mientras, Santos Cerdán, en su escaño convertido en protagonista. Pendiente del teléfono, en las manos, en la oreja, porque las noticias seguían llegando. "Señor Cerdán, el Supremo le acaba de ofrecer que declare voluntariamente. Hágalo y cuente todo", le espetaba la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Santos Cerdán salía de la Cámara Baja rodeado de periodistas y cámaras en lo que ha terminado siendo una carrera de obstáculos.