Sánchez con el rey después de la dimisión de Santos Cerdán
El presidente ha asistido a un solemne acto en plena tormenta socialista
El coche del presidente salía de la sede del PSOE perseguido por cámaras y fotógrafos. Minutos después, llegaba al Palacio Real. Gesto serio, mirando hacia abajo, su mano derecha al bolsillo de su chaqueta. Saca el teléfono, parece que mira mensajes que va pasando y lo guarda. Sigue subiendo las escaleras, eternas, y habla con su jefe de protocolo. El gesto, parece que suspira, mirada abajo, algo le dicen. Cómodo, lo cierto es que no parece. Hasta 11 ministros se encontraban en el Salón de Columnas, y por la imagen ellos no parecen preocupados. Se ven sonrisas y charlas. El presidente ya está en la sala; saluda al rey y tras la foto, entra en una sala llena de personalidades. Un acto oficial, en un mal día para el presidente.