Sánchez sonriente y de buen humor después de 15 días de infierno desatado por el triángulo Cerdán, Ábalos y Koldo. El choque con Trump le insufla oxígeno. El presidente del Gobierno minimiza las amenazas de Trump de castigar a España por no gastar más en defensa. Quien negocia es Bruselas y, por tanto, es la Comisión Europea la encargada de batirse el cobre de los aranceles con Trump. Feijóo también está en Bruselas y dice que sus colegas europeos han criticado a Sánchez por lo que ocurrió ayer en la OTAN y por la corrupción. El PP asegura que no va a consentir las amenazas de Trump. En Madrid, el alivio emocional se extiende entre los socialistas y hoy todo son halagos para Sánchez. Sumar también quiere rentabilizar al malo de Trump, que da un respiro al Gobierno, pero el lunes Cerdán declara en el Supremo.