Mano en la nunca, así fue detenido Rodrigo Rato, vicepresidente y ministro de Aznar, condenado a cuatro años y nueve meses de prisión por delitos fiscales, blanqueo y corrupción. Ya entonces, en su jucio, apuntaba direcatamente a una persecución de Hacienda. El foco lo puso en las comunicaciones entre el exministro Montoro y su jefe de gabinete. Ahora, tras la imputación del exministro, surgen nuevas informaciones que apuntan a otras piezas separadas de la investigación. Según ellas, Montoro podría haber maniobrado para dificultar investigaciones judiciales contra el PP o que podría haber actuado para perjudicar a personalidades como Rato, quien insiste en personarse como perjudicado en la causa contra Montoro. Otra de las personas que acusa a Montoro de posible persecución es la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por la filtración de su declaración de la renta de 2013. Entonces, asegura Aguirre, trató de averiguar quién lo filtró. Montoro, defensor a ultranza de Hacienda, señalando siempre a quien no cumplía, es ahora el que está bajo la lupa de la Justicia.