Sus majestades los reyes y la princesa de Viana han comenzado este sábado con una visita al Palacio Real de Olite. Tras los saludos a las autoridades y a la corporación municipal, han recorrido el palacio, visitando la sala de excavaciones, la cámara de la reina, la cámara del rey, la galería del rey y la galería de la reina. Prosiguen su recorrido por las almenas y la sala de exposiciones en la Torre del Homenaje. Durante la visita, reciben las explicaciones de un especialista medievalista, que narra la historia del palacio y describe las principales características de las cámaras reales, las distintas torres y los jardines. Posteriormente, se han trasladado a Tudela, donde visitan el Ayuntamiento y el Palacio del Marqués de San Adrián, sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Allí mantienen un encuentro con jóvenes navarros. El título de Príncipe de Viana, creado hace más de 600 años por Carlos III el Noble para su nieto Carlos de Trastámara, equipara al reino navarro con otras coronas que habían establecido títulos semejantes para sus herederos. El documento de concesión no solo reconoce esa dignidad para su nieto, sino que establece un patrimonio específico compuesto por lugares, castillos y villas, con Viana como cabecera, que pasa a conocerse desde entonces como “Principado de Viana”. A lo largo de los siglos, la ciudad de Viana formula esporádicas reclamaciones para reivindicar el uso del título. El 13 de marzo de 1923, la Diputación Foral y Provincial de Navarra, a propuesta del Ayuntamiento vianés y con motivo del V Centenario del principado, solicita a Alfonso XIII que el heredero de la Corona de España ostente también la dignidad de Príncipe de Viana. Finalmente, la Constitución de 1978, en su artículo 57.2, reconoce al heredero el título de Príncipe de Asturias y los demás títulos vinculados, entre ellos el de Príncipe de Viana.