Con una ceremonia de bienvenida en el Gran Palacio del Pueblo, Xi y su mujer han recibido a los reyes en la capital. Banderas chinas y españolas para exhibir amistad en medio de un enorme despliegue. Después de escuchar los himnos y pasar revista a las tropas, los dos líderes han presidido la firma de una decena de acuerdos bilaterales que demuestran, según Xi, cómo los dos países han fortalecido sus lazos. Después, primera ofrenda floral de monarcas españoles en la simbólica Plaza de Tiananmen, donde recuerdan a los caídos, pero no a los estudiantes que protestaron en el 89. Cordialidad en los encuentros con la plana mayor de la Administración del gigante asiático en plena tregua entre Pekín y Washington por la guerra arancelaria. En juego, 50.000 millones de euros en comercio entre ambos países, que no ha dejado de aumentar en la última década. La jornada ha acabado con música española en un concierto de la Orquesta del Teatro Real en el Gran Teatro Nacional Chino.