Una recta final de alto voltaje. Polémica hasta el último día por el robo de votos por correo, ese robo que la Guardia Civil describe como delincuencia común y cuyo único objetivo era el dinero. Aun así, hasta esta misma mañana ha servido como munición electoral para los partidos. Y esta tarde, cierre de campaña intenso pese a lo que parecía la intención original de quien convocó las elecciones, María Guardiola. La dirigente del PP pretendía adoptar un perfil discreto, aspirando a conseguir gobernar en solitario, algo que ahora, según las encuestas, parece complicado. Reafirmando su apuesta por la autonomía, ella no ha contado con Feijóo en el mitin del cierre de campaña. Quien sí lo ha hecho es el candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, arropado por el presidente Pedro Sánchez. Con las encuestas en su contra y cargando el lastre de un juicio que sentará en el banquillo a su candidato en los próximos meses, los socialistas se presentan como la alternativa al retroceso. La situación de Vox es la contraria. Se vaticina crecimiento y a eso aspiran: ganar peso suficiente para volverse determinantes en las decisiones del próximo Gobierno. Son los últimos mensajes de la campaña antes del sábado de reflexión, y el domingo, todo se decide en las urnas.