Bajo la imponente Catedral de Santiago, centenares de curiosos se concentraban para ver de cerca a la princesa Leonor. Un grupo de gaiteros templaba sus instrumentos para hacerlos sonar a las 10:30 de la mañana, momento exacto en el que la heredera al trono, vestida con su uniforme de guardiamarina, salía caminando del Hotel Reyes Católicos. La recibía el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la ministra de inclusión, Elma Saiz y otras autoridades. La princesa se acercaba a saludar a la multitud. Había muchos jóvenes en las primeras filas, muchos móviles también para inmortalizar el momento y algún selfie que otro. Después, foto de familia en la que no estaba la alcaldesa de Santigao, Goretti Sanmartín, del BNG. Los nacionalistas son contrarios a la concesión de la Medalla de Oro de Galicia a la princesa Leonor y la alcaldesa se ha ausentado de los actos, pese a tener su despacho en el mismo edificio -el Pazo de Raxoi- , en el que ha tenido lugar la entrega del galardón. Un acto emotivo y bilingüe en el que se ha escuchado a la princesa hablar en castellano y en gallego. Asegura que no va a tener morriña porque quiere volver siempre, y hasta hace un guiño a una conocida canción del grupo gallego Los limones: "Aquí está mi hogar, donde acaba el mar", decía emocionada. Para culminar su historia de amor con Galicia, Leonor se ha desplazado después hasta Marín (Pontevedra), donde ha sido nombrada hija adoptiva de la localidad.