Era la mano derecha de Salazar en Moncloa. Ha permanecido en el puesto desde que estalló el caso en julio y también en la Ejecutiva del partido en Andalucía. Pero ahora las víctimas le señalan como encubridor del presunto acoso sexual de Salazar y Moncloa y Ferraz le cesan de todas sus responsabilidades. La portavoz del Gobierno no ha hablado concretamente de ese cese, pero fuentes del Ejecutivo aseguran que la decisión es acordada, que él niega todas las acusaciones pero que entiende que tiene que irse. Esas mismas fuentes y también Alegría destacan que desde el Gobierno se ha actuado con contundencia. Mismo mensaje que el del presidente, que en una conversación informal con periodistas quiso despejar las dudas sobre un supuesto encubrimiento. No ha habido connivencia, dijo Sánchez, sino errores en los tiempos de gestión de las denuncias que él mismo asumió en primera persona. Este caso impacta de lleno en el electorado femenino del PSOE, en el partido lo saben y por eso hoy otra de las mujeres socialistas más visibles, como ya han hecho otras dirigentes, pide perdón. Pero los populares no van a soltar este hueso y suman las denuncias de Salazar a los audios de Koldo y Ábalos sobre mujeres para señalar a Sánchez. Y eso se traduce en que Salazar tendrá que someterse a las preguntas en el Senado, donde el PP forzará su comparecencia en la comisión del ‘caso Koldo’.