A la misma hora en la que Sánchez se aplaudía por subir el sueldo a los funcionarios, Ábalos se entera de que iba a pasar la noche en la cárcel. Feijóo llama de nuevo a las calles este domingo, otra manifestación y no una moción de censura. Antes incluso de que se confirmara la noticia, el Gobierno y el PSOE de Sánchez, muy tocados, ya se ponen en lo peor. El otro PSOE, que hoy homenajeaba a Lambán con Feijóo en la foto, acecha desde la barrera. El barón más díscolo del partido sí cree que toca poner urnas; los socios, de momento, siguen aguantando. Abascal fantasea con Sánchez en la cárcel y Ábalos y Koldo como testigos protegidos. Otro jueves negro para el Gobierno, y los que quedan.