Pedro Sánchez mantiene el perfil bajo un día después de la cumbre de la OTAN. No se le ha visto participar como otras veces en los corrillos previos del Consejo Europeo. Y solo ha entrado en la sala cuando ya estaban sentados el resto de líderes y se anunciaba el inicio de la reunión. Antes, Sánchez quitaba importancia a la amenaza de Trump de aplicar a España nuevos aranceles por negarse a invertir más en defensa. El presidente del gobierno recurre a Bruselas, que es quien tiene la competencia de la política comercial. La Unión Europea se encuentra con este escollo en plenas negociaciones con Estados Unidos precisamente para evitar los aranceles que Trump quería aplicar a Europa. El plazo de esas conversaciones termina el 9 de julio, y algunos líderes europeos preocupados por el resultado de esas negociaciones creen que conociendo a Trump la amenaza a España puede quedar en nada.