A Pedro Sánchez no le ha cambiado el gesto. Ha vuelto a la comisión de la ejecutiva con la misma seriedad de hace cuatro días fijada en el rostro. Sin detenerse en los saludos se ha dirigido directo a su silla. En el sitio que ocupaba Santos Cerdán, hoy encontramos a Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad del partido. Sánchez ha lanzado un buenos días general y esperado en silencio, con la mirada al frente, el comienzo de la reunión. En ella ha insistido en que esta crisis no debe lastimar al Gobierno ni debe servir para dar armas a la derecha. Es lo que comunicó el pasado jueves, que este solo es un problema de partido. Convicción que la ejecutiva socialista dice entender como una crítica indirecta a los dirigentes, tanto de la izquierda como de la oposición, partidarios de un adelanto electoral que no se contempla. Enma López, secretaria de Política Económica y Transición Digital del PSOE incluso animaba a su llegada a que quien creyera que el Parlamento no tiene una mayoría, presentara una moción de censura. El secretario general también se ha mostrado profundamente avergonzado por los audios entre Koldo, Ábalos y Santos Cerdán hablando sobre las mujeres. Sánchez ha manifestado sentir repugnancia por estos comentarios que, asegura, no le representan ni a él ni al partido.