El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervino ayer en un encuentro con representantes de la sociedad civil en Santiago de Chile en el que confesó que la “herida” que justificó su entrada en política fue ser consciente de que "se había negado la educación a generaciones enteras” en España, entre ellos, a sus abuelos. “Mis abuelos y mis abuelas vivieron y murieron sin tener la capacidad básica para saber leer y escribir”, confesó. Por otra parte, Sánchez aseguró que si hoy tuviéramos que levantar una bandera sería "la del respeto al derecho internacional humanitario y del derecho de los pueblos a existir”. “Sea en Ucrania o en Palestina”, apostilló.