La jueza envía al banquillo a Alberto González Amador por un presunto fraude fiscal. El mismo fraude que negaba su pareja, Isabel Díaz Ayuso, hace más de un año. Con una declaración para salir del paso, la presidenta madrileña defendía a su novio, pero en el juzgado eso no cuenta, lo que pesa ahí son las declaraciones de testigos y peritos. El fraude que se le imputa es de 351.000 euros que, según Hacienda, intentó evadir falsificando facturas. Por eso, Fiscalía y Abogacía del Estado piden para él tres años y nueve meses de cárcel. PSOE y Más Madrid piden cinco años y añaden a la lista de delitos los de falsedad contable y organización criminal, porque todo se hizo junto a otras cuatro personas, también procesadas. Solo una orden de la Audiencia Provincial podría librar al novio de Ayuso de un juicio que llegará después del juicio del fiscal general del Estado, procesado por una derivada de este caso.