Miyar tiene 9 años. También tiene politraumatismos y múltiples heridas y fracturas por metralla. Llegó en un avión medicalizado del ejército del aire el jueves pasado con otros niños gazatíes enfermos o heridos, y sus familias. En el hospital en el que se recupera, su padre nos cuenta que perdió a su mujer, a su madre, y a tres de sus hijos a causa de un bombardeo, el año pasado. En Gaza tiene a su padre y sus hermanos, con los que está en contacto mientras aquí cuida de las dos hijas que le quedan, junto a su nueva compañera. Sueña con la posibilidad de que sus hijas se conviertan en médicos para ayudar de la misma manera que a les están ayudando a ellos.