La portavoz popular en el Senado, Alicia García, rodeada de todas las consejeras autonómicas de Igualdad del PP. En el punto de mira la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que aparecía en otra Cámara, en el Congreso, con gesto serio y, a la pregunta de si ha dado explicaciones, contesta que sí. Explicaciones que no valen al principal partido de la oposición que pide su dimisión por la gestión del contrato de las pulseras antimaltrato y por la negación de los fallos y por las mentiras. Desde el PP plantean una moción en la Cámara Alta para pedir su dimisión con la ausencia del Gobierno y del PSOE por decisión propia. Una decisión que los socialistas toman por la "utilización política de las víctimas por parte del PP". Y la ministra, ahora exministra, bajo cuyo mandato se hizo el contrato de las pulseras, Irene Montero, se pronuncia por primera vez y afirma que todo es una gran mentira de la derecha judicial y política y que nunca han asesinado a una mujer mientras llevaba este dispositivo. Sumar, socio del Gobierno, se mantiene cautos y habla de la necesidad de una investigación. El PSOE anuncia explicaciones para el jueves.