Escoltado por los diputados del PSOE, Gallardo se sienta por primera vez en el escaño que le convierte en aforado exprés. Saluda a la presidenta Guardiola y promete el cargo. Transcurren tres larguísimos segundos hasta que sus compañeros se deciden a aplaudir. Entre tanto, los diputados de Vox abandonan momentáneamente la Asamblea extremeña a modo de protesta. Gallardo ejerce ya de líder de la oposición y sin complejos, hasta saca pecho por haber renunciado a seguir como presidente de la Diputación y como concejal de su pueblo. Palabras que provocan risas y que hacen que la presidenta Guardiola se lance a la yugular. Gallardo abandona la Asamblea de Extremadura como aforado, o no, eso lo tendrán que decidir los tribunales.