Mañana declaran como imputados tres exaltos cargos de la Comunidad de Madrid, que diseñaron y autorizaron los conocidos como “protocolos de la vergüenza”, que impidieron la derivación a los hospitales de las personas que estaban en las residencias madrileñas. Con el resultado de mortalidad de 7.291 fallecidos.

Los que se sientan en el banquillo Antonio Burgueño, que fue asesor sanitario del Gobierno de Ayuso, Carlos Mur y Javier Martínez Peromingo. Estos dos últimos, autores directos de los protocolos.

Las familias de los afectados aseguran que llegarán hasta el final, si es necesario, incluso, a los tribunales internacionales. Hasta ahora habían visto rechazas sus demandas por homicidio u omisión de socorro, pero ahora lo intentan con querellas por denegación de servicio público y discriminación, que están siendo aceptadas. Hay otras demandas abiertas en más juzgados madrileños, aunque esta es la demanda colectiva más numerosa, con más de cien víctimas de fallecidos en las residencias.

Las familias piden verdad, justicia y reparación. Aseguran que no pueden cerrar el duelo, hasta que no se depuren las responsabilidades.