Leire Díez, la conocida como fontanera del PSOE, salía de la Audiencia Nacional después de tres días detenida. Esta vez no por sus maniobras para conseguir información sensible de quienes investigaban al PSOE, sino por una trama de amaños de contratos públicos. En esa trama estarían implicados los otros dos detenidos esta semana. Antxon Alonso, el dueño de Servinabar, la empresa que presuntamente Cerdán usaba para cobrar comisiones irregulares, y Vicente Fernández quien fuera nombrado por María Jesús montero presidente de la SEPI, una entidad pública que gestiona las participaciones del Estado en empresas estratégicas y mucho dinero en contratos. Los detenidos tenían un grupo de wasap en común para sus negocios llamado Hirurok (Los tres, en euskera). Vicente Fernández tras dejar la SEPI, había fichado por Servinabar y Leire Díez ocupaba cargos de responsabilidad en empresas públicas dependientes de la SEPI como Correos o ENUSA (Empresa Nacional del Uranio). Según el auto judicial estarían implicados en al menos cinco operaciones por casi 132 millones de euros de diferentes administraciones públicas y entidades dependientes de la SEPI por ellas habrían llegado a cobrar cientos de miles de euros en comisiones. La UCO cree que el dinero conseguido ilegalmente era blanqueado en compras inmobiliarias en Marbella o Jaca o incluso en reformas de viviendas. De los tres, el único que ha aceptado declarar ante el juez ha sido el ex presidente de la SEPI, para negar cualquier delito. A falta de petición de cárcel de la Fiscalía Anticorrupción y sin aparente riesgo de destrucción de pruebas el juez ha dejado a todos en libertad tras retirarles el pasaporte, prohibirles salir del país y obligarles a comparecencias cada 15 días. Sobre ellos pesan los delitos de malversación, prevaricación, tráfico de influencias y pertenencia a organización criminal.