Si el miércoles la portavoz de Junts Miriam Nogueras era la que subía el tono contra el presidente, ahora Carles Puigdemont da un ultimátum y se adentra en un paso decisivo. Si la dirección del partido el próximo lunes decide romper con el PSOE, someterá a consulta de su militancia la continuidad o no del apoyo al Gobierno. Un encuentro que podría marcar un punto de inflexión en la legislatura porque el resultado determinará si se consolida o se quiebra el vínculo con Sánchez.

El presidente, desde Bruselas, trata de contener el pulso y ha mostrado respeto al “funcionamiento interno de cualquier partido político”. No muestra preocupación por la amenaza de ruptura y mantiene la puerta abierta a reunirse con Puigdemont. “Lo que está en manos del Gobierno de España estamos cumpliendo. Lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla. Esas reuniones se producirán, ¿cuándo? Pues cuando toque”, ha señalado.

El PNV no descarta unas elecciones anticipadas y la oposición ve a un Sánchez agónico.

Por ahora habrá que esperar al lunes para ver el siguiente movimiento de los de Puigdemont.