Juan Carlos I culpa de su salida de España al Gobierno y habla de caza de brujas en sus memorias
Además, carga contra la reina: “La entrada de Letizia en nuestra familia no favoreció la cohesión de nuestras relaciones familiares”
‘Reconciliación’. El título de las memorias del rey emérito en las que más que puentes hay ajustes de cuentas. Llamativos los dardos al Gobierno. “El Gobierno transformaba estas investigaciones jurídicas en una caza de brujas, en un juicio moral que afectaba al conjunto de mi reinado y de mi acción política”. Critica las investigaciones que abrió Dolores Delgado, las presiones a su hijo y los ataques que él considera constantes: ”Cuando el Gobierno actual desacredita mi persona, debilita nuestra Constitución [...] Para no dejarles la última palabra en su revisionismo histórico, quise dar mi versión”. Una versión en la que deja por escrito el dolor que sintió el día que Felipe VI le comunicó que renunciaba a su herencia: “Este anuncio significa que me rechazas —le dije mirando a mi hijo, impasible—. No olvides que heredas un sistema político que yo forjé. Puedes excluirme en lo personal y en lo financiero, pero no puedes rechazar el legado institucional sobre el que te apoyas”. Ese día, con España confinada por la pandemia, en el despacho que él había ocupado, su hijo también le notificó que le retiraba el sueldo: “Soy el único español que no recibe pensión tras casi cuarenta años de servicio y al que se le impide, en vida, legar nada a su hijo y descendencia”. Con resignación dice que entiende una parte. Cree que todo fue motivado nuevamente por las presiones del Gobierno: “Ser así excluido públicamente como rey era comprensible. Pero fue un golpe doloroso para el padre que también soy. Y me sentí solo frente a los ataques mediáticos y al diluvio de fake news”. En el plano más personal sorprenden los elogios hacia su mujer: “Conserva toda mi admiración y mi afecto. No hay nadie igual a ella en mi vida y así seguirá siendo, aunque nuestros caminos se hayan separado”. La llama Sofi y a ella solo le reprocha no ir a verle a Abu Dabi. Para la que no tiene tan buenas palabras es para Corinna. “Tuve deslices sentimentales. [...] Esta relación fue un error que lamento profundamente”. Una relación que dice le empujó a abandonar España. En las más de 500 páginas también reconoce que tuvo otras relaciones extramatrimoniales aunque asegura que no tantas como las que le atribuyen. Y usa su pluma afilada también para hablar de su nuera: “La entrada de Letizia en nuestra familia no favoreció la cohesión de nuestras relaciones familiares. Nuestra desavenencia personal no podía reflejarse en nuestra acción institucional. Hice todo por superar nuestras diferencias”. A la reina Letizia la culpa de no tener una relación personal con sus nietas como sí tiene con los otros, especialmente con Froilán, al que describe con gran cariño. Memorias cargadas de reproches que el rey Juan Carlos cierra con una petición expresa: que le entierren con honores o sino deja caer la historia lo juzgará.