En una mezcla de política y mecánica. Salvador Illa pone en marcha su primer encuentro con Carles Puigdemont. Habría preferido hacerlo en el Palau de la Generalitat, pero será en Bruselas, donde el líder de Junts sigue esperando a que se le aplique la ley de amnistía. La reunión tiene un interés que supera lo autonómico. En Moncloa, dicen, es una cita importante en un curso en el que Sánchez necesita el apoyo de todos sus socios para aprobar los presupuestos generales. Y en ese sentido, el Partido Popular ve en Illa al nuevo negociador del gobierno con el independentismo. Autonomías para las que el próximo Consejo de Ministros aprobará la condonación de su deuda económica. Se cumple así el pacto con Esquerra. Otro socio fundamental para el motor de la legislatura.