Minutos después de conocerse la condena al fiscal general del Estado, öscar López, prefiere no opinar hasta leer la sentencia y morderse la lengua, según él mismo dice. No se muerde la lengua el portavoz del PSOE en el Congreso que considera que es una “vergüenza”.

Ha sido un año de respaldo sin fisuras, defendiendo la inocencia del fiscal. Y lo cierto es que esa posición no cambia. El Ejecutivo mantiene su confianza en García Ortiz. El ministro de Justicia reconoce públicamente su labor y su compromiso “en defensa del servicio público, de la ley y de la verdad”. “El Gobierno tiene el deber legal de respetar el fallo, pero también el deber moral de decir públicamente que no lo compartimos”, ha dicho Bolaños.

A la misma hora de esa declaración, el presidente del Gobierno, mantenía su agenda: acto en el Congreso para presentar una serie sobre el intento del golpe de Estado. Sin perder la sonrisa, reflexión sobre las amenazas contra la democracia señalando “campañas de desinformación y abusos de poder” en un guion para el acto que resulta ser anillo al dedo para su respuesta al Supremo. “Nuestro firme deseo de neutralizar esa amenaza de defender la soberanía popular y la democracia frente a aquellos que se creen con la prerrogativa de tutelarla o de amordazarla”, ha señalado.

Según su socio de coalición, Sumar, estamos ante un golpe judicial en toda regla.