El Gobierno no pone ni un matiz a su defensa cerrrada del fiscal general del Estado. Y en esa defensa se lanzan contra la instrucción del juez Hurtado y dicen que ven cosas difíciles de entender. Y aunque se le insiste a la portavoz del Gobierno en si el juez está tomando decisiones injustas a sabiendas, prefiere no ir más allá. Para la oposición eso es lo más grave, que desde el Ejecutivo se arremeta contra el juez del Supremo. Acusan al Gobierno de querer controlar el Poder Judicial. Dentro de esa estrategia de control se enmarca, según el PP, la prisa del Ejecutivo por aprobar la reforma del Estatuto Fiscal.