Cerdán parece estar adaptándose bien a su vida en prisión, según fuentes cercanas a él. De momento, tendrá que permanecer allí hasta que haya un fallo del Tribunal Supremo sobre el recurso de su defensa. Mientras la Fiscalía considera que sigue habiendo riesgo de destrucción de pruebas, sus abogados argumentan que no saben qué pruebas se están protegiendo cuando no se ha pedido ningún registro en su domicilio, tampoco desde que su familia se trasladó a Navarra. Cerdán está encarcelado, consideran, para hacerle confesar algo que, según ellos, no ha hecho, lo que vulneraría sus derechos de defensa. Lo mismo argumentaban sobre el seguimiento de la UCO a sus visitas a la cárcel, un seguimiento que a partir de ahora ya no se hará. Precisamente para hablar del caso Koldo ha acudido al Senado el empresario Antxon Alonso, propietario de la empresa Servinabar, vinculada a Cerdán en la trama. Alonso se ha acogido a su derecho a no declarar al estar investigado, aunque sí ha escuchado las preguntas de los portavoces parlamentarios. Algunas no le han gustado, hasta el punto de pedirle respeto al senador del Partido Popular.