Extremadura se asoma a las urnas con la gran duda de si Guardiola alcanzará o no la absoluta
Los socialistas llegan a la votación con los peores presagios, mientras Unidas por Extremadura confía en rentabilizar la buena campaña de su candidata
Cosas del calendario: justo en víperas del Gran Sorteo de la Lotería es cuando María Guardiola se la juega. Para la candidata popular, aspirante a la reelección, el gordo se reparte este domingo y empieza y acaba en 33. Es el número de la mayoría absoluta, casi el único resultado que justificaría sus dos grandes apuestas de esta campaña: adelantar eleciones, desmarcarse en lo posible del influjo de Feijóoo. Todo lo contrario de su gran rival... en el terreno de la derecha. Un agresivo, omnipresente Santiago Abascal ha dado la medida de la importancia que dan en Vox a este 21-D. Subirán, seguro, según todos los sondeos. Aspiran a que sea tanto como para arruinarle la fiesta al PP y marcar el futuro gobierno. La división y posible guerra PP-VOX es el premio de consolación al que aspiran los socialistas. Gallardo, condicionado por su futuro procesamiento -y por su propio perfil- ha contado con el aliento de Sánchez para intentar contradecir a las encuestas. No tiene pinta de ir a funcionar. Incluso se cuenta con que se les escapen votos para una de las sopresas de la campaña: Irene de Miguel, de Unidas por Extrmadura. Con una campaña muy directa, su promesa de recomponer la izquierda de la izquierda ha tenido buena acogida.