Iba a ser el día, pero había tantas dudas que al final Bruselas ha pospuesto la votación del catalán como lengua oficial. Apenas había consenso, y para aprobar que el catalán, el euskera y el gallego sean oficiales, hay que recabar la unanimidad de los 27. Países como Croacia, Finlandia, Suecia o Austria muestran sus dudas sobre el reconocimiento de estas lenguas, porque a pesar de que hacerlo promueve la igualdad, una de las bases de la UE, su coste económico es demasiado elevado. La Comisión Europea estima que oficializarlas costaría más de 130 millones de euros. Ante la falta de acuerdo, hay quien ya pedía el voto hasta por redes sociales. El tenor Josep Carreras se ha dirigido a Meloni para que Italia acepte. Desde el Govern acusan al Partido Popular, y desde otras formaciones, argumentos hay de sobra, a favor y en contra. Una exigencia de Junts que, de momento, continúa siendo tan solo una promesa del Gobierno.