Nuevo capítulo en la larga lista de controversias que rodean a la aerolínea Plus Ultra. Ahora la detención de su dueño, Julio Martínez y de su CEO, Roberto Roselli. Arrestos que llegan justo después del registro que ha llevado a cabo la Policía Nacional en la sede de la compañía en Madrid. La operación investiga un posible delito de blanqueo de capitales. La UDEF quiere averiguar si parte de los 53 millones de euros que recibió la empresa cuando fue rescatada por el Gobierno durante la pandemia no se utilizaron para un fin lícito. Sino para para realizar pagos a cuentas en el extranjero, en Suiza y en Francia, y ‘lavar’ allí un dinero que en realidad vendría presuntamente de fondos ilícitos de Venezuela. De actos de malversación cometidos por funcionarios públicos venezolanos, personas incluso con sanciones internacionales. Ligados a fondos públicos del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) del Gobierno de Nicolás Maduro, así como a ventas de oro del Banco de Venezuela. La investigación no es nueva. El juzgado de instrucción número 15 de Madrid ya había comenzado con ella cuando quedó archivada por un error en la prórroga de las pesquisas. Ahora la retoma aunque por el momento, bajo secreto de sumario.