Los curriculums falsos de los políticos
La falta de transparencia de las universidades impide contrastar si alguien ha conseguido un título
La falsificación de los currículos en democracia tiene una gran tradición. Uno de los primeros fue el difunto Luis Roldan, director de la Guardia Civil a mediados de los 80, dijo que era ingeniero industrial, licenciado en empresariales y con un máster en economía. Pero no terminó ni el bachillerato. Después le condenaron por robar fondos públicos. Ya saben se empieza con un poquito y luego…Desde entonces no hemos parado, el último hoy, que sepamos. Según publica “Eldiario.es” Javier Sendra, número dos de la Conselleria de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana y amigo personal del presidente Mazón afirma en su currículum poseer un máster de alta dirección que en realidad es un curso de 140 horas lectiva. Más o menos, como el ministro de Transportes, Oscar Puente, que aseguró cuando era alcalde de Valladolid poseía un “máster en Dirección Política por la Fundación Jaime Vera”. Un máster es un título que otorga una universidad; sin embargo, la Fundación Jaime de Vera es una escuela del partido socialista para hacer su propia formación interna.
Ayer, el que dimitió fue Ignacio Higuero, el consejero de gestión de Extremadura dijo que tenía una licenciatura de marketing cuando era mentira. Admite que mintió al incluir en su currículum que era licenciado en Marketing por el CEU en 1993, pero estos estudios no empezaron hasta 2009. Lo mismo que el comisionado de la Dana, José María Ángel Batalla , falsificó su título para acceder a su puesto de funcionario hace 43 años. Uno se pregunta ¿Qué pasaría con el quedó segundo en esa oposición? ¿Qué pasaría si se lo volviera a encontrar? El caso, es que al principio le apoyaban desde el PSOE y hasta la ministra de Diana Morant Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades decía que para hacer política no hace falta un título. Luego forzaron a Batalla a dimitir.
Luego están los que exageran su nivel de inglés como Pablo Iglesias que aseguraba tener un nivel bilingüe de inglés cuando como pueden ver en alguna intervención en una webminar de la ONU quedaban patentes sus deficiencias. También están los que inflan los curriculums al comienzo de su carrera política pero cuando llegan al poder los corrigen no sea que les pillen los periodistas. Así lo hizo el presidente de Andalucía Juanma Moreno Bonilla que aseguraba que tenía una licenciatura de Administración de empresa y varios másteres cuando lo que tenía era un grado de protocolo. Todos estos casos, han ido saltando después de que Noelia Nuñez diputada dimitida del PP aseguraba que tenía doble grado y muchos títulos más. Pero ¿por qué es tan fácil mentir? Muy sencillo, porque las universidades no facilitan información, su opacidad impide contrastar si un cargo público tiene realmente el título que asegura poseer. Una ventaja que aprovechan los políticos que quieren medrar en el partido a través de la mentira. ¿Para que mentir si se puede honesto? Recuerden al histórico sindicalista de la transición: Marcelino Camacho en su ficha del Congreso de los diputados decía profesión: tornero fresador con estudios primarios.