El Gobierno se pone solemne para anunciar dos frentes por el aborto. El primero es el inicio del proceso para blindar en la Constitución la interrupción voluntaria del embarazo. El Ejecutivo reconoce que es un proceso complejo, ya que necesita unas mayorías en ambas cámaras, imposibles ahora mismo, para que salga adelante la reforma sin el apoyo del PP que, Alberto Núñez Feijóo, ni se plantea. El otro frente es contra tres comunidades del PP y en especial contra Isabel Díaz Ayuso. El Ejecutivo da un mes a Baleares, Aragón y Madrid para crear el registro de médicos objetores antes de ir a los tribunales. La presidenta madrileña ha vuelto a rechazar ese registro, ha apelado también a la Constitución para no hacerlo y se ha dirigido personalmente a Pedro Sánchez. Un capítulo más del enfrentamiento entre ambos.